CONTENIENDO:
LOS SANTOS EVANGELIOS, LOS SANTOS PROTECTORES y LA MADRE NATURALEZA

La auténtica estampa de la Santísima Cruz de Caravaca, conteniendo los Santos Evangelios, las imágenes de ocho Santos Protectores y a la Madre Naturaleza representada por tres plantas sanadoras en representación de todo el arsenal terapéutico que Dios ha puesto a nuestro alcance, ofrece a quien la posee la posibilidad de conseguir una mayor seguridad en la vida diaria y es fuente de esperanza y sanación para cuantas personas acuden a ella con fe y devoción, buscando alivio a sus necesidades físicas y espirituales.

LA SANTÍSIMA CRUZ DE CARAVACA

Desde España a toda América se extiende el hilo milagroso de la Santísima Cruz de Caravaca, con millones de devotos que desde hace siglos le profesan una fe inquebrantable. El origen milagroso de la Santísma Cruz de Caravaca arranca del lejano año de 1232, cuando el sacerdote Ginés Pérez de Xirinos, cautivo de los moros de Caravaca (Murcia-España), al prepararse para celebrar la Santa Misa echó en falta la venerada reliquia que contenía un fragmento de la Santa Cruz en que murió Nuestro Señor, y que había desaparecido del lugar donde se encontraba habitualmente. Pidió, en aquel momento, con tanta devoción a Dios para que le fuera devuelta, que al instante aparecieron dos ángeles, en medio de un gran resplandor, que trajeron la Cruz por los aires. Fue testigo de tan milagroso acontecimiento el propio rey moro Zeit Abu Zeit, quien cayendo de rodillas, abrazó en el acto la fe cristiana.

LOS SANTOS EVANGELIOS

Los Santos Evangelios (de San Juan, San Lucas, San Marcos y San Mateo ) que también van en la estampa, han sido durane muchos siglos la protección que ha acompañado a muchas generaciones de creyentes. Son los Santos Evangelios nuestra defensa y fortaleza de cuanto maligno y negativo pretenda adueñarse de nosotros. La verdad es que la persona creyente encuentra una gran tranquilidad siendo portador de esta protección.

LOS SANTOS PROTECTORES

Las imágenes de los ocho Santos Protectores, escogidos por la religiosidad popular a través de los años, para hacer llegar a Dios Nuestro Señor nuestras súplicas, cuando necesitamos resolver problemas y cuestiones que están fuera de nuestras posibilidades. Ellos nos dan fuerza y seguridad en nosotros mismos y con su luz iluminan nuestro entendimiento, ahuyentando nuestros miedos y preocupaciones, liberándonos de las tensiones de la vida cotidiana, permitiéndonos ver la auténtica realidad de los problemas y los medios más adecuados para resolverlos.

LA MADRE NATURALEZA

La Madre Naturaleza está representada en esta estampa por tres plantas sanadoras que desde los orígenes de la humanidad han recibido su atención: la ruda, el romero y la encina. Estas plantas nos recuerdan todo el arsenal terapéutico que Dios ha puesto a nuestro alcance para cuando, llevados por nuestras debilidades, infringimos sus preceptos.

 

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